Tal y como vimos en el post anterior los sistemas se encuentran rodeados por un entorno en el cual existen múltiples entidades y están separados del entorno por su frontera, pero esta frontera no es una barrera impenetrable sino que se trata de una barrera permeable.
Como podemos observar en el esquema existe un intercambio entre el sistema y su entorno pero este no es unidireccional, sino que es bidireccional, es decir, el entorno aporta elementos al sistema y viceversa.
En el caso de una empresa los insumos que necesita provienen de su entorno, en especifico de los proveedores que están en su entorno, y los bienes y/o servicios que la empresa produce se venden a los clientes que están en el entorno de la misma.
Ahora bien este intercambio entre el sistema y su entorno debe mantenerse en equilibrio, el sistema no puede saturar al entorno ni el entorno sobrecargar al sistema, este es el principio de equilibrio de la teoría general de sistemas.
Dado este intercambio entre el entorno y el sistema generalmente se clasifican los sistemas en:
- Abiertos
- Cerrados
Un sistema abierto es el que permite el intercambio entre el entorno y el mismo a través de sus fronteras, los sistemas cerrados por definición son aquellos que no permiten ningún tipo de intercambio, no reciben nada del entorno, ni aportan nada al entorno. Los sistemas cerrados solo existen por definición ya que en la naturaleza no existe ningún sistema cerrado, así que usualmente se toman como sistemas cerrados aquellos que mantienen un intercambio muy mínimo con el entorno.